Vacaciones: respiro necesario en medio de una pandemia

Subrayan los beneficios que el periodo de descanso tiene para la salud física y mental. Hace hincapié en la necesidad de hacer una pausa de los dispositivos electrónicos y la rutina, en especial en un año como el que acaba de terminar.

Adultos, jóvenes y niños coinciden en que este año ha sido mentalmente agotador. Es sabido que convivir con una pandemia y, a su vez, lidiar con el trabajo, las tareas del hogar, el cuidado de familiares y otras responsabilidades, ha disparado los niveles de estrés y burnout de la sociedad.

Es por ello, que a pesar de no ser una alternativa viable para todos - especialmente en este momento-, se pone en relevancia el rol de las vacaciones y su importancia para alcanzar el bienestar físico y mental. Pero ¿Por qué son tan necesarias? ¿Cuál es el bien que nos producen?

“Es evidente que las vacaciones nos permiten a la mayoría de nosotros cortar con el estrés cotidiano asociado a nuestras obligaciones laborales y familiares. Se supone que las vacaciones inducen emociones positivas o al menos así las buscan. A su vez, las vacaciones suelen ser fuentes de nuevas experiencias y nos enfrentan a nuevos ambientes, lo que es importante para la salud cerebral”, afirma María Roca, subdirectora operativa de Ineco.

Más allá de lo que nos indica nuestra intuición, hay evidencia científica sólida que demuestra el rol de las vacaciones. Un estudio sobre las mujeres de la región de Wisconsin demostró que aquellas que podían tomar vacaciones frecuentes, y lo hacían, tenían menos chances de sentirse tensas y desarrollar síntomas de depresión y que, al mismo tiempo, experimentaban una mayor sensación de bienestar en su vida de pareja. Otro estudio demostró que, si las mujeres se pudieran tomar días fuera de su lugar de trabajo, se evitarían más de medio millón de cuadros de depresión al año. Si bien, no hay estudios similares en hombres, no habría por qué pensar que los hallazgos no se replicarían.

Aunque poder salir de nuestros departamentos y casas sería lo ideal para distanciarse la rutina, frente a este panorama, los profesionales sostienen que, si uno no puede trasladarse grandes distancias, al menos puede tomarse esos días libres para contar con mayor tiempo disponible para uno mismo y disfrutar del sol, las actividades al aire libre, el ejercicio físico y de la posibilidad de relacionarse con otras personas.

Otro gran tema en nuestra actual forma de vacacionar es la omnipresente conectividad a la que nos empujan nuestros teléfonos inteligentes y redes sociales. ¿Se puede recuperar uno en sus vacaciones cuando sigue de alguna forma conectado, tanto con el trabajo como con los entornos ajenos a él? “Un estudio publicado por Kirillova en el año 2016 en población china muestra que cuando las conexiones sociales que se mantienen durante las vacaciones están asociadas al trabajo, disminuye la sensación de restauración que suele acompañar el vacacionar, mientras que cuando los contactos vía nuevas tecnologías son con personas ajenas al trabajo, esto parece mejorar la experiencia.” cuenta Roca.

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Por su parte, Marcelo Cetkovich, director médico de Ineco sostiene que “Trabajar durante las vacaciones y seguir conectado con el trabajo, reduce el bienestar que puede obtener de un período vacacional. Asimismo, las experiencias de recuperación vividas durante las vacaciones tienen un impacto positivo en la creatividad, además de la sensación de bienestar con el trabajo y la satisfacción con la propia vida”.

Algo similar ocurre con los más pequeños. El Dr. Sunderland, en 2018, explicó que en las vacaciones, los niños pueden activar importantes áreas en el sistema límbico cerebral, poco estimulados en las rutinas de la casa, que se activan a través del juego, la creatividad lúdica y el sistema de búsqueda. Las experiencias de vacaciones familiares activan estos sistemas en el cerebro del niño, liberando y activando sustancias químicas que lo hacen sentir bien, como los opioides, la dopamina y la oxitocina.

Estos químicos reducen los niveles de estrés y activan sentimientos cálidos y amorosos. En este contexto, Andrea Abadi, directora del departamento Infanto Juvenil de Cites Ineco, establece que “luego de varios meses de conectividad áulica y de actividades dentro de casa, los niños necesitan salir, jugar al aire libre y conectarse, con los cuidados necesarios con otros niños”.

Sin embargo, el escenario de este verano es diferente a otros. La posibilidad de interactuar en colonias, clubes o lugares turísticos deberá ser con cuidados diferentes. No solo debemos cuidarnos del sol, sino que el covid-19 será un enemigo silente en lugares concurridos.

Por esto, la Abadi sostiene que es fundamental que los adultos puedan hablar con los niños sobre la necesidad de seguir cuidándonos en época de verano, fundamental para llegar lo mejor posible al nuevo ciclo escolar que se avecina.

Para esta inusual temporada de verano, desconectarse de las responsabilidades diarias y de plataformas como celulares y computadoras y, en cambio, enfocarse en el descanso, la diversión y la salud, podrán fomentar tanto el bienestar físico como mental y prepararnos para un seguramente desafiante 2021, enfatizan los especialistas.

SINDROME METABOLICO

Las vacaciones también contribuyen a la salud cardiovascular. Así lo comprobó un estudio realizado por los profesores Bryce Hruska y Brooks Gumps de la Universidad de Siracusa, en Italia.

”Lo que encontramos en nuestro trabajo fue que las personas que se tomaron vacaciones con más frecuencia en los últimos 12 meses tuvieron un menor riesgo de padecer síndrome metabólico y síntomas metabólicos”, afirmó Hruska.

”El síndrome metabólico es un conjunto de factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular. Si uno tiene más cantidad de esos factores, se está en mayor riesgo de padecer enfermedad cardiovascular. Esto es importante porque estamos viendo una reducción del riesgo de enfermedad cardiovascular cuantas más vacaciones una persona se tome. Porque los síntomas metabólicos son modificables, esto significa que puede cambiarse o eliminarse”, resumió el investigador.

Por lo tanto, los autores del estudio hacen hincapié en que una persona puede reducir sus síndromes metabólicos -y por ende su riesgo de enfermedad cardiovascular- simplemente yéndose de vacaciones.

Hruska aclaró que todavía están aprendiendo cuáles son las características de las vacaciones que las hacen beneficiosas para la salud cardiovascular, pero que de todas maneras lo que sí se sabe es que es importante que las personas usen su tiempo de vacaciones disponible.

”Un importante aspecto es que si bien el 80% de los empleados full-time cuentan con vacaciones pagas, menos de la mitad utiliza todos los días que tiene disponible para vacacionar. Nuestra investigación sugiere que si las personas usan más este beneficio, se traduce en un beneficio para la salud tangible”, concluyó.