Cerraron casi 23.000 empresas y se perdieron 235.381 empleos durante la pandemia

En 2020, año fuertemente golpeado por la pandemica y su consecuente crisis económica, en la Argentina dejó un saldo de 22.860 empresas menos.

Las compañías con al menos un empleado registrado en blanco eran 521.372 en diciembre de 2020 y 544.232 en el mismo mes del año anterior.

Son más de las que habían cerrado en 2018 y 2019 combinados, según datos oficiales de empleadores registrado. En esos registros consta que en la última década en el país se perdieron 33.777 compañías en total.

El saldo en cantidad de empleados, siempre según registros de AFIP, es de 235.381 trabajadores asalariados registrados menos en el sector privado.

"Para que una empresa decida cerrar, tiene que haber problemas muy grandes e incluso falta de perspectiva", dijo a Clarín María Castiglioni, socia de C&T Asesores Económicos. "Pero más fuerte es la caída de empleo, que sucedió a pesar de la prohibición de despidos", agrega.

Todo esto ocurrió en una economía golpeadísima por las restricciones -con un 9,9% de caída, la peor desde 2002-, pero "contenida" por medidas restrictivas y de apoyo. Por un lado, la prohibición de despidos y la doble indemnización, que rigieron durante casi todo el año. Por el otro, el ATP, programa que asistió a 300.000 empresas y ayudó a pagar salarios de 3 millones de trabajadores.

"El cierre de empresas es muy preocupante: en 2020 se destruyeron más firmas que en el acumulado de 2018 y 2019. Algo parecido pasa con los empleados, lo que lo agrava todavía más la situación", coincidió Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina.

La cantidad de empresas en la Argentina viene en decadencia desde el último pico de 2015, cuando hubo de 568.737 compañías registradas como empleadoras en la Administración Federal de Ingresos Públicos. Pero nunca se vio una pérdida de la magnitud de la de 2020: fue, por lejos, la peor en la última década.

"Aún cuando el PBI pueda haber crecido en algunos años, la reducción casi constante de la cantidad de empresas marca que invertir en la Argentina es más una excepción que una norma. Un país sin inversión es un país que hipoteca su crecimiento futuro", detalló Rajnerman a Clarín. "En consecuencia, es probable que los problemas de hoy vuelvan agravados en el futuro: la menor cantidad de firmas -con su correlato en el nivel de empleo, ya que podría ser atenuado si hubiera menos empresas en total, pero más grandes, aunque no es el caso- limitan las potencialidades de crecimiento futuro", añade.

En el mismo sentido, el economista Juan Ignacio Paolicchi, de la consultora Empiria, añadió: "Sin estabilidad macro, no hay micro que aguante y no se genera empleo de calidad y sostenible, que es el que genera el sector privado".

Agregó que el Estado puede generar trabajo, pero que tiene un límite, y es el déficit fiscal. "El factor pandemia es transitorio, pero hay algo permanente: hay falta de estabilidad macroeconómica y un desarreglo fenomenal en todas las variables como inflación, condiciones de inversión e institucionalidad".